lunes, 10 de noviembre de 2014

El ángel devastado.


Klaus Mann, en su autobiografía Der Wendepunkt, cuenta la forma curiosa en que reaccionó su padre al ver por primera vez a la joven suiza, sentada a la mesa familiar en la casa de la Poschingerstrasse, en Múnich.
Contempló a la joven con una mezcla de placer e inquietud, y al fin le dijo: "Es curioso, si fuera usted un muchacho, la gente diría sin duda que es extraordinariamente hermosa".

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