"Fabian sufría terriblemente por la estupidez humana. Yo me considero bastante inteligente y llena de valor, pero a su lado me sentía como tonta. Se mostraba tan crítico conmigo como con cualquier otra persona, pero yo carezco de vanidad y su actitud me divertía enormemente; además, claro, no criticó nunca mi carácter. A los pocos días de conocerlo ya me parecía la única persona del mundo con la que había logrado intimar de veras y con la que me sentía plenamente a gusto"
Arthur Cravan
Maria Lluïsa Borrás
No hay comentarios:
Publicar un comentario